que el alumno abra su mente al conocimiento, con el fin que se disponga permanentemente a gustar la tarea del estudio y su acceso a la cultura con el fin de abrir bien su mente para aprender a pensar, a pensar bien, a pensar abiertamente, y así tomar las decisiones responsables en su vida, ante Dios y para el bien suyo y de la humanidad que le rodea. Porque necesitamos “personas cultas”… “sólo una fe hecha cultura transformante evidencia la fuerza del Evangelio…” ESTE AÑO CON DON QUIJOTE DE LA MANCHA COMO OBRA CLAVE DE LA LITERATURA ESPAÑOLA Porque Don Quijote es obra universal de la literatura española que sitúa la verdad de la fe cristiana y de la persona humana en la misma entraña misma de la obra. Toda la obra del Quijote está atravesada por afirmaciones a favor del bien y de la justicia que proceden de la experiencia cristiana de Cervantes. Don Quijote,  como también Sancho, hace profesión de fe en Dios y en el mandamiento del amor “en el cual nos nada que hagamos bien a nuestros enemigos, y que amemos a los que nos aborrecen; mandamiento que aunque parece algo dificultoso de cumplir, no lo es sino para aquellos que tienen menos de Dios que del mundo, y más de carne que de espíritu; porque Jesucristo, Dios y hombre verdadero, que nunca mintió, ni pudo ni puede mentir, siendo legislador nuestro dijo que su yugo era suave y su carga liviana; y así no nos había de mandar cosa que fuese imposible de cumplirla. Así que, mis señores, vuesas mercedes están obligadas por leyes divinas y humanas a sosegarse” (II, 27). Cervantes destaca en sus personajes un conocimiento del cristianismo más allá de lo normal mostrando todas las verdades de la fe, fruto de su formación religiosa y ferviente creyente a lo largo de su biografía desde estudiante hasta el momento de su muerte. También podemos destacar a Cervantes como un laico comprometido desde su profesión de escritor profano pues no regatea su participación en la peculiar tarea evangelizadora de la Contrarreforma española y en el empeño de la tarea de llevar el evangelio humanizador a América.  ¿Para qué una semana cultural? Porque el colegio quiere en esta semana, fiel a su proyecto educativo, abrir sus puertas hacia fuera, a su entorno de la ciudad de Orihuela y de toda la comarca de la Vega Baja de la que acuden sus alumnos, para generar relaciones de cooperación con instituciones tanto educativas, como deportivas, municipales, culturales y artísticas con fines en favor de la educación y para el bien de la cultura y la sociedad. Santo Domingo nació en pleno siglo XVI como Colegio y Universidad con esta finalidad de generar cultura, para potenciar así de este modo las ciencias y las humanidades en la formación de los habitantes de esta tierra con el fin de contribuir, con personas bien preparadas, al desarrollo de toda la vida social, económica y espiritual del entorno. ¿Pero qué es cultura? En breves líneas podemos decir que el termino cultura en una primera acepción la podemos reducir a la adquisición o posesión de conocimientos, de artes… Solemos decir que una “persona culta” es la que sabe mucho; pero hemos de entender el término en un sentido antropológico más amplio: como la “mentalidad”, la visión de la realidad, como la atmósfera de principios, valores, comportamientos que respira y determina al hombre de hoy. ¿Y qué cultura ofrece la sociedad de hoy? Hay movimientos culturales que promueven todo lo verdadero, bueno y bello para el momento actual, pero siendo realistas, también asistimos a una especie de “contracultura” materialista que oculta las verdades espirituales, hedonista que aletarga al individuo en un placer egoísta, relativista que difumina la frontera entre el camino del bien y del mal, lo del todo vale; esta contracultura, de alguna forma nos ha llevado a una sociedad de la “desvinculación” que ha fracturado hasta los lazos humanos y familiares más cercanos. Muchos me dicen que los mismos confinamientos de la pandemia no sirvieron para unir más a las familias dentro del pequeño hogar, porque entonces y también ahora en continuidad, muchos siguen aislados en su habitación atrapados por sus dispositivos digitales. ¿Educar en esta cultura? Sí, sin temores; la cuestión está en no reproducir esta atmósfera cultural negativa sino contribuir a su perfeccionamiento. El ser humano consume cultura, pero a la vez genera cultura. Formar personas consiste en abrirlas a las preguntas más profundas del ser humano, enfrentarlas a que se posicionen en la búsqueda de la auténtica felicidad ante tantas desilusiones por lo inmediato. Los artistas, los cultos siempre han sido creadores que han trascendido, que le han dado forma a los pensamientos y sentimientos más bellos del ser humano. Si la cultura no responde a estas cuestiones de bien y felicidad profundas no es progreso. Formar personas pide hoy que cada niño y joven descubra su vocación personal y oriente sus pasos hacia el bien de todos. En la expresión educar para un “humanismo solidario y fraterno” propia del pacto educativo global propuesto por el Papa Francisco se encierra este desafío educativo para las jóvenes generaciones. ¿Santo Domingo como colegio en esta cultura? Formar personas en este concepto de cultura es hacer personas que trabajen e inspiren: personas que sean supra-culturales, que generen una cultura que haga progresar moralmente la sociedad que habitamos. Hace falta conocer la cultura para asimilarla de forma crítica, sabiendo descifrar los valores y los contravalores que deforman principios tan básicos como la libertad, el concepto del amor verdadero, el sentido trascendente de la vida, la naturaleza de la familia, o el sentido de la auténtica solidaridad. Para terminar… La cuestión es no reproducir la cultura dominante sino contribuir al progreso de la cultura en bien del hombre. El colegio abre sus puertas para que entren las artes plásticas y la música, la literatura, las distintas disciplinas de la mano de antiguos alumnos, el testimonio de los antiguos profesores. También acogerá una feria de orientación vocacional-profesional con presencia de universidades, cuerpos de seguridad y servicios, instituciones católicas y escuelas de formación. Mostrará sus talentos en los certámenes literarios y en los de dibujo y pintura. Exhibiciones de proyectos y campeonatos deportivos de talante solidario completaran un intenso programa para los alumnos. En definitiva educar en cultura, es abrir la mente para pensar, para pensar bien, para pensar abiertamentehacia Dios y hacia el prójimo. Conocer la cultura de esta forma crítica es educar auténticamente en libertad sabiendo leer la mentira de este mundo para buscar siempre lo que es verdadero y bueno. José María Fernández-Corredor Soriano, Director Titular del Colegio.    ]]>