“Busca la verdad de las cosas y actúa en consecuencia”  Presentación Curso 2019-20. Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela El servicio a la verdad: el ayer y el hoy del Colegio Diocesano Santo Domingo en el 450 aniversario como Universidad Pontificia (1569-2019)  El sueño de D. Fernando de Loazes, fundador de Santo Domingo en el siglo XVI, es hoy realidad viva en la actualización continua del proyecto educativo de nuestro colegio. El Arzobispo Loazes pensó en el bien de la persona y de la sociedad que le rodeaba, y para ello tuvo muy claro que la felicidad de la persona y el bien de la humanidad se jugaba en la educación. La renovación intelectual de la sociedad y de la propia Iglesia suponía la formación de líderes que buscaran la verdad de las cosas y la justicia. Nosotros hoy, en nuestra meta de formar personas que contribuyan al progreso de la humanidad, somos herederos de aquella fundación, misión que mantenemos viva y nos compromete en continua renovación. Traemos al momento actual el motivo originario de nuestra institución con la celebración de un Congreso Diocesano de Educación que propone, en el amplio campo evangelizador de la Iglesia, pensar de nuevo los fundamentos permanentes de la educación, sus desafíos, y buscar respuestas para una transformación humanista, moral y global de la sociedad. El congreso tiene como meta desplegar las claves de pensamiento del magisterio vivo del Papa Francisco referentes a la educación, y las del Plan Diocesano de Pastoral (2016-2020) en lo referente a la conversión intelectual de la mente y a la pastoral de la cultura. El Congreso, celebrado en dos fases, va a ser punto de encuentro de competentes ponentes y de educadores de otros centros educativos en el que, con la mirada puesta en el bien de la persona y de la humanidad, profundicen en la cualificación de auténticos itinerarios educativos que alcancen a todo el ser de la persona a educar.  Nuestra excelencia educativa: proponer un modelo de persona que garantice la felicidad, el éxito, viviendo la alegría de la verdad. Objetivo personalista-pastoral del curso. Las fortalezas intelectuales – la búsqueda de la verdad de las cosas- y de justicia -el compromiso personal y social- son las que van a vertebrar este año el proyecto educativo que llevaremos al aula, a la tutoría y a la vida en el Espíritu. Parece que hoy, el sistema mediático que nos envuelve nos tiene muy ocupados y no nos deja tiempo para pensar bien, para pensar despacio, para pensar lo que nos hace bien a cada uno y a todos; en definitiva, para buscar lo que es verdadero y justo. Las redes sociales como gran avance han beneficiado en gran manera nuestra comunicación, nuestro acceso a la información, pero también están teniendo unas consecuencias despersonalizadoras que todavía no hemos analizado con rigor. Somos libres pero estamos esclavizados por el materialismo, por la imagen, y por nuevas ideologías que se imponen como absolutas excluyendo la búsqueda de la verdad y la justicia. Hoy tenemos de todo, nos sobra de todo, pero la pobreza intelectual, moral y material es creciente en nuestro entorno; hay cada vez más personas solas, en crisis existenciales, con fracasos afectivos porque el concepto del amor verdadero es sofocado por el egoísmo y por sentimientos pasajeros . Para todo ello, como objetivo del año, pretendemos proponer al alumno crecer en fortalezas -certezas, valores, virtudes, comportamientos- intelectuales y de justicia que le lleven a cualificar el proceso de su inteligencia fomentando el pensamiento crítico en la búsqueda de la verdad de las cosas, de lo auténtico, de lo que le hace bien y promueve el bien de todos, y que ello le comprometa a hacer uso de su libertad responsable en la toma de decisiones maduras. Nuestra propuesta educativa alcanza de este modo a todos los dinamismos de la persona que se estructuran en: pensar bien-rigor intelectual-, estudiar despacio -ambiente ordenado-, usar y formar bien la inteligencia; sentir bien, ordenar el pensar despacio; y decidir bien, desde la prudencia como principio de la verdad. Nos exige una innovación pedagógica sensata aplicando probadas experiencias y perseverancia en acompañar a cada alumno en la elaboración de su propio proyecto personal de vida. La calidad de la educación está en el itinerario educativo que se propone y en las personas que en el aula y en el hogar realizan la acción: padres, maestros, profesores, monitores de las distintas actividades, y personas consagradas a la misión educativo-evangelizadora. La unidad de pensamiento y acción convergente de todos los agentes en nuestras metas educativas es reto imprescindible que nos compromete a todos. Con un proyecto educativo en continua revisión y proyección  En torno a tres líneas estratégicas y con un plan de calidad exigente se evalúan cada año los resultados y se diseñan los planes de mejora. Para este curso 2019-2020, en la línea 1) innovación educativa, se pretende: la renovación y actualización de las programaciones, la evaluación competencial -insertando de modo particular la comunicativa, la espiritual y la medioambiental-, la revisión del control y uso de la tecnología, el seguimiento de la formación lingüística del profesorado, y la profundización del trabajo cooperativo y por proyectos en todas las etapas; en la 2) humanística, se avanzará en la revisión y actualización el plan de convivencia del centro, en la mejora de la concepción de la función tutorial, en la formación teológica de los docentes y en el diseño de un plan de solidaridad; y en la 3) sostenibilidad, en la evaluación del desempeño docente y en la revisión de servicios, de modo especial, el comedor como espacio educativo. Llegar a encontrarnos con la verdad de nosotros mismos Desarrollar la inteligencia, contemplar la obra del Creador, ensanchar la razón, buscar respuestas globales a la humanidad es nuestra meta: en definitiva es el encuentro con la Verdad revelada en Jesucristo. Vivimos una gran crisis en la que no pensamos quiénes somos, para qué vivimos y hacia dónde vamos -crisis antropológica y socioambiental-; la educación exige hoy un cambio de paradigma, la creación de un ambiente espiritual de búsqueda y certezas basadas en las verdades de la razón y de la fe. Esta es la meta nuestro Congreso Diocesano de educación del que somos anfitriones y de nuestra familia educativa de Santo Domingo en este curso histórico del 450 aniversario. Dando gracias y en manos de Dios En manos de Dios Padre ponemos nuestro curso escolar; le damos gracias porque nos ha mostrado su rostro en Cristo, modelo del hombre nuevo a formar: Él es el camino, la verdad y la vida del hombre por todos los siglos. Unidos siempre, buen curso escolar. Unido a todo el equipo de dirección, profesores y personal, José María Fernández-Corredor, Director Titular Nuestro colegio: www.cdsantodomingo.com Para seguir la actualidad del congreso: www.450upo.es    ]]>