Así ha sido, lo hemos vivido en Madrid con pasión. Una gran fiesta mundial divertida, con unos tiempos de profundidad en el silencio de la oración estando con el Señor. Podemos decir que hemos visto al Señor resucitado, que la Iglesia es joven, que hay esperanza. Que hay otro tipo de juventud, hecho de otra pasta, que no se divierte con el alcohol, ni con la droga, ni con el sexo desesperado.

 

Que hay una forma más alta de vivir, de pasarlo bien, de quedar plenamente satisfechos. Hemos comprobado que los jóvenes cristianos somos frágiles también, que nos tienta lo aparentemente divertido del mundo de hoy, pero que con Cristo podemos superar toda dificultad.

La conclusión es que falta Dios en nuestro mundo, a quién hemos conocido por su Hijo Jesucristo. Que donde Dios está todo cambia y se crece. Que donde está Dios hay perdón que es olvido del pasado y propuesta de camino siempre hacia adelante.

Hemos ido un autobús del Colegio compuesto por alumnos, profesores y padres jóvenes con la Hna. Trini y el P. José María. Desde el miércoles participamos del gran ambiente de la ciudad, de las catequesis de los Obispos, de las exposiciones y ferias de las vocaciones y los movimientos, de la fiesta de la calle, en la Fiesta de Acogida del Papa y en el Vía Crucis. Todo concluyó en los grandes encuentros de Cuatro Vientos, con la Vigilia de Oración del Sábado y la gran Eucaristía del Domingo presididas por el Papa entre dos millones de jóvenes del mundo entero.

Llegamos a casa fuertes y jóvenes, cansado el cuerpo pero despierta el alma, con infinitas ganas de seguir “arraigados y cimentados en Cristo, firmes en la fe”. En el autobús todod deciamos que estaremos en Río de Janeiro para la JMJ 2013. Ok!  Un abrtazo a todos.

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