. Y lo consiguió porque en lugar de reposar placenteramente en vagas ensoñaciones trabajo duro para dotarse de las virtudes necesarias para la empresa. Esas virtudes que vosotros habéis empezado a adquirir en este colegio y que debéis desarrollar. Y tropezaréis con dificultades y os equivocaréis, y cuando caigáis, por favor no abandonéis, no hagáis eso, cuando caigáis, os levantáis, aprendéis de vuestros errores y volvéis a intentarlo de nuevo pero esta vez con más ilusión,  con más inteligencia y más bondad. Espero que abandonéis esa maldita costumbre de hacer las cosas como os dé la gana, hay que ver lo que os gusta. Y creo que lo haréis porque, entre otras razones, lleváis ahí dentro, en vuestra intimidad algo que os exigirá que sigáis el camino correcto, el camino de la verdad y de la bondad, el camino de la dignidad y la justicia. Y esa exigencia la lleváis dentro porque tanto vuestros padres en casa como nosotros, profesores y alumnos, en las aulas hemos trabajando intensamente para enraizar en vuestra personalidad los valores y virtudes que os obligarán a hacer las cosas bien hechas. La lleváis ahí dentro, os guste o no, eso sí, podréis ser fieles o infieles a esa exigencia que forman parte, ya, de vosotros. No desperdiciéis lo que tanto trabajo nos ha costado a todos, a vosotros también. Y debo añadir algo más, el hombre por sí solo no tiene fuerzas suficientes, el hombre necesita de Dios. Os recomiendo que igual que habéis convertido la calculadora en un elemento imprescindible para poder sobrevivir en las clases de matemáticas, convertid la Biblia en un elemento imprescindible en vuestra vida. Por último, pediros disculpas por nuestros errores, nunca lo hicimos con intención, antes al contrario, todo nuestro esfuerzo y nuestro saber hacer lo pusimos a vuestro servicio y todo lo que hicimos, lo hicimos de corazón, pensando en vuestro bien. También queremos agradeceros todo lo que vosotros habéis hecho por nosotros, que ha sido mucho, más de lo que os imagináis. Deseamos que encontréis vuestro camino, que encontréis vuestra auténtica vocación y que tengáis éxito en vuestras futuras empresas. También queremos agradecer la colaboración de los padres, sin vosotros la educación perdería mucha calidad. Queridos alumnos, hacéis mucha falta a esta sociedad. Tenéis que llevar razón y fe. Y en esta esperanzadora tarea os deseo éxito y felicidad. Que Dios os acompañe. Gracias.  ]]>