Profesor: Fernando Garrido

DISCURSO DE GRADUACIÓN DE E. INFANTIL 2011-2014

Buenas tardes, bienvenidos a esta ceremonia en la que los alumnos de infantil, de la promoción 2011-2014, han recibido la beca correspondiente a la graduación de Educación Infantil.

Aunque siento una profunda emoción y orgullo como padre de uno de los alumnos que hoy se gradúa, también es un gran privilegio ser el representante del profesorado de nuestro colegio, dirigiendo estas sencillas palabras a todos los que formamos parte de esta gran familia: alumnos, padres, profesores y personal de servicios.

Este acto nos llena de alegría y satisfacción:

-Por un lado Alegría, porque nuestros alumnos ya no son los niños pequeños que entraron en nuestras aulas de Infantil hace tres años. Han crecido, han aprendido y han madurado mucho.

-Por otro lado Satisfacción, la satisfacción de toda persona que ve como su trabajo va teniendo sus frutos. Frutos que no son otros que el amor, el respeto, la generosidad y la tolerancia. Valores con los que nuestros niños recorrerán  el largo camino hacia su proyecto personal de vida.

En el colegio, como institución educativa, trabajamos  e inculcamos valores cristianos a todos nuestros alumnos como el camino para alcanzar el fin que todos perseguimos, “SER PERSONA”. Siempre teniendo como referencia el modelo perfecto, JESÚS DE NAZARET.

La beca que esta tarde se les ha impuesto a nuestros alumnos  es algo más que un distintivo. Es un vínculo entre ellos y Santo Domingo.

Porque Santo Domingo, como centro católico, es un lugar donde los alumnos se desarrollan en un clima educativo. Donde lo más importante es la persona, pero atendiendo la diversidad que su desarrollo intelectual nos demanda.

Queremos que nuestros alumnos sean, el día de mañana, ciudadanos del mundo, ciudadanos libres cuyos actos tengan una única finalidad, hacer el Bien. Nuestra sociedad actual necesita de hombres y mujeres capaces de afrontar nuevos retos y dificultades en un mundo que cambia a ritmo frenético, donde resulta muy fácil elegir el camino equivocado.

Todo ésto hace que los miembros  del claustro de profesores adquiramos un compromiso de renovación continua,  para desarrollar nuestra trabajo con ilusión y colaborando con todos vosotros, padres y madres de nuestros alumnos. Porque  somos sabedores del gran esfuerzo que, año tras año, supone traer a vuestros hijos al colegio, depositando vuestra confianza en cada uno de nosotros. ¡Gracias por hacernos formar parte de vuestra familia y de vuestra vida!

Y no podía terminar mi discurso sin mencionar a mis compañeras, tutoras y especialistas, de Educación Infantil por su labor cotidiana, que no entiende de horarios ni de grandes esfuerzos. A todas ellas, y hoy especialmente a Claudia, Carmen, Victoria y Conchita. Porque honráis nuestra profesión con vuestra entrega profesional, y sobre todo, con vuestra entrega humana.

¡Muchas gracias!

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